Diego Chavo Fucks

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Diego Chavo Fucks

Me llamo Diego Fucks, pero me dicen Chavo. Soy periodista de medios gráficos, radiales y televisivos desde 1982 y mi especialidad es el fútbol. Me encontras en: TELEVISIÓN Conductor de Tarde Redonda por FOX SPORTS de Lunes a Viernes de 17hs a 19hs. Columnista de 90 Minutos de Futbol por FOX SPORTS de Lunes a Viernes de 13 a 15hs RADIO Conductor de Rezo Por Vos de Radio Nacional AM 870 y Nacional Folklorica FM 98.7 de Lunes a Viernes de 9 a 12hs. LIBROS Eliminatorias 98, un camino largo y sinuoso (1997) Editorial Alfaguara El Libro de Boca (1999) Editorial Alfaguara El Libro de River (1999) Editorial Alfaguara Duelo de Guapos (2005) Distal Libros y Pensado Para Televisión. Tévez, La verdadera historia (2016) Ediciones B. Jugados (2000) EUDEBA -coautor- Esta página la he creado para que podamos comunicarnos mas asiduamente, para poder compartir mi trabajo con vos y que podamos, vos y yo, disfrutarlo. Podes opinar, sugerir y hacer consultas desde aquí. ¡Gracias por estar… una vez mas!

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14 de diciembre de 2024

GAGO Y LA REDONDEZ DE LA PELOTA

EQUIPO ARGENTINA - BOSNIA 15.06.14

Primer tiempo.
Argentina, como ya sabíamos los que estamos más o menos informados, presentó su 5-3-2. «5 defensores contra Bosnia» es la lectura llana e iletrada de diarios y medios audiovisuales que se dedican a contarle a la gente lo que la gente quiere escuchar. «Está en el ADN de Sabella el 5-3-2», también dijeron. Seguramente, en el «ADN» del Estudiantes 2010 (Campeón, para más datos), porque el Estudiantes 2009, el Campeón de América –también con Alejandro Sabella como DT– era 4-4-2 o alguna variante sobre ese esquema. Pero «defendía» con 4.
La Selección Argentina, antes de jugar con Bosnia, tenía a Higuaín con una inactividad de más de 40 días (inactividad de partidos de fútbol en serio, un debut en un Mundial es lo más serio de todo) y a Gago recuperado de una larga lista de lesiones –preguntar en Boca– más una pálida actuación en el amistoso contra Trinidad y Tobago que derivó en su salida en el entretiempo.
Higuaín y Gago son dos jugadores únicos. No tienen un reemplazo mano a mano. En el plantel no hay ningún 9 de las características de Pipita ni hay un volante con tanta capacidad de manejo, recuperación y distribución como Fernando Gago. Lavezzi y/o Palacio son delanteros más para acompañar al 9, el Kun Agüero es un crack pero no tiene las características de Higuaín y sufre la soledad, como la sufrió en el primer tiempo contra Bosnia. Uno podría pensar en Biglia y su muy buen momento para auxiliar a Mascherano –otro que mostró una versión ajada en ese primer tiempo de 5-3-2–, pero el ex Argentinos e Independiente tampoco estaba al 100 por 100 de su capacidad. Recordemos que salió a poco de comenzado el último encuentro de despedida en La Plata frente a Eslovenia y, si bien su apellido ya no estaba inscripto en la nómina oficial de lesionados, tampoco había trabajado todo los días a full como para poder pensar en él como opción.
El 5-3-2 no es necesariamente defensivo. Holanda le ganó a España 5-1 presentándose con ese esquema (Van Gaal dice que es 5-2-3 porque suma a Sneijder a la línea atacante) y Costa Rica le metió 3 a Uruguay, también con este esquema. Colombia, con un supuesto esquema de ataque y posesión de pelota, jugó dentro de su área grande un tiempo y medio contra Grecia, que es bastante menos que Bosnia.
Es asombroso que, con el nivel de información que todos manejamos hoy, muchos sigan pensando el fútbol y sus módulos de juego como algo estático, inmóvil. Que salga bien o mal es una cosa. Las descalificaciones y la falta de información es otra bien distinta. Insisto con cierto periodismo que escribe o dice lo que «la gente» quiere leer o escuchar.
El primer tiempo de Argentina, el del 5-3-2 fue malo. No por «defensivo», no por «conservador», no por «el ADN de Sabella». Jugó mal porque el 5-3-2 le quitó a la Argentina un par de valores individuales que son insistituibles –Higuaín y Gago– por razones que ya fueron apuntadas y porque el equipo quedó larguísimo. Zabaleta y Rojo jugaron casi de wines. EL problema fue que cuando Rojo logró ganar la espalda de su marcador y quedó en posición de tirar un centro, en el área sólo estaba Agüero rodeado de tres/cuatro gigantes bosnios. Cuando fue Zabaleta, siempre debió frenar, tocar hacia atrás y en ese freno y ese toque, los bosnios lograban pasar la línea de la pelota y reubicarse. Entonces, Messi trataba de pasar a uno y había otro. Pasaba a ese otro y aparecía un tercero. Y chau, la perdía, como en sus peores tiempos. La marca escalonada suele ser para Messi lo que la kryptonita para Superman. Las veces que fue eliminado, lo hicieron con la marca en fila de rivales disciplinados (Inter de Mourinho, Paraguay de Martino) y contaron con el empecinamiento del pibe para llevar a cabo su tarea. Aquí, en este punto, es donde Messi extrañó a Gago. Mascherano intentó ser su sostén, pero perdió cuatro pelotas imposibles en zonas muy complicadas. Mascherano no es Gago, no tiene su precisión ni su panorama. Tiene otras virtudes, como la del orden y la de sumarse a los del fondo cuando el equipo corre riesgos. En este caso, Mascherano estaba demasiado atrás y esto fue lo que estiró al equipo.
Al no estar cómodo ni acompañado Messi, Di María y Agüero quedaron sin el socio mayoritario y, por endre, tampoco fueron gravitantes. El gol llegó pronto –buena excusión de Marcos Rojo, fortuna en el rebote en Kolasinac) y eso relajó demasiado al equipo, al punto de no poseer la pelota de manera importante y, como consecuencia, no visitar el área bosnia con la frecuencia que el partido y la camiseta que llevan puesta demandaba.

GRITO MESSI

Segundo tiempo.
Gago por Maxi Rodríguez (absolutamente impreciso, totalmente perdido) e Higuaín por Campagnaro. Otra vez el 4-2 -2- 2. Gago – Mascherano, Messi – Di María, Higuaín – Agüero. El rendimiento mejoró. Y la base de esa mejoría fue Gago. Porque el volante de Boca en su mejor versión –repito– es irreemplazable. No hay otro que haga tan bien lo del primer pase y la posterior sociedad con Messi. Gago le devolvió a la pelota su forma redonda y la repartió con el criterio que le conocemos de sobra y que extrañamos durante mucho tiempo. Fue el mejor jugador de Argentina, el más influyente en el cambio que experimentó el equipo. Messi fue quien rompió el resultado e hizo una jugada maravillosa. Gago fue el más influyente en el cambio de trámite, en esa mejoría que el equipo de Sabella mostró en el segundo tiempo.
Hay un dato que algunos perdieron de vista y que resolvieron, como siempre, culpando a los defensores. En un momento, más allá de la media hora del segundo tiempo, Di María mostró signos claros de agotamiento. Sabella lo iba a sacar. Biglia estaba calentando para volver a equilibrar la mitad de la cancha y así dejar correr el tiempo hasta el final. Pero antes de que ingrese el rubio, Lulic (autor del cabezazo que Romero sacó fillolescamente en el final del período inicial) arrancó a 60 metros del arco y se fue. Nadie lo marcó, nadie siquiera hizo el intento de salir a presionarlo. Cuando llegó a una zona muerta entre Gago y Fernández, metió un pase bárbaro a espalda del zaguero argentino. Ibisevic le dio despacio, pero tomó a Romero caminando y la pelota pasó la línea del arquero. Gol de Bosnia. Culparon a Fede Fernández «porque le ganaron la espalda». Nada dicen de un rival que corre 60 metros sin que nadie lo marque. El sistema «superofensivo» es buenísimo cuando la tenemos nosotros. Cuando la tiene el rival, a veces –sobre todo alfinal de las etapas– hay que rezar.
Los datos positivos (quedémonos con ellos, ganamos el primer partido del Mundial) son los cambios de Sabella para el segundo tiempo, el nivel de Gago, el gol de Messi, el rigor de Zabaleta, los reflejos de Romero y la firmeza de Garay.
Corregir los defectos ganando es mucho más sencillo. Los ánimos están tranquilos.
Es esencial para afrontar lo que viene.

Diego Chavo Fucks

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